Investigadores se sorprendieron al ver que el monarca y la reina Carlota, «básicamente vivían una vida británica normal».
A pesar de que el reinado del rey Jorge III estuvo marcado por conflictos con la Francia napoleónica, el monarca desarrolló una inclinación por la cocina de inspiración francesa, según una nueva investigación de la Universidad Leeds Beckett sobre los hábitos alimenticios del “rey loco”. Los registros meticulosos de los menús ofrecidos al rey y a la reina Carlota cada vez que residían en el Palacio de Kew revelan que la influencia de la comida francesa siguió siendo importante en el Reino Unido: consistían en hasta 18 platos que se servían “a la francesa”, un estilo en el que se sirven numerosos platos a la vez.
El rey, que reinó durante 59 años desde 1760 hasta 1820, era un gran admirador de los espárragos franceses e incluso había referencias a los kebabs turcos, según consta en los libros de menú de 250 páginas recopilados por el mayordomo real William Gorton y atesorado hoy en el Archivo Nacional británico con sede en el palacio de Kew. Los registros indican que los platos reales más populares, como el pastel de paloma, muestran que los monarcas comían las recetas que se encontraban en los libros de cocina disponibles para el público en general en ese momento.
De 1788 a 1801, Gorton mantuvo un registro escrito de los platos servidos al rey y la reina en forma de libros de contabilidad, y en ellos se descubre que para la cena del día de Navidad en 1788, por ejemplo, se les sirvieron 21 platos que incluían carne de res, pato asado, faisán, pastel de navidad y pastel de carne picada. Además, dos platos franceses, «soupe santé» y «soupe julienne», comenzaron a aparecer en los menús con cada vez mayor frecuencia mientras el monarca, que sufrió quizás el colapso mental más famoso de la historia británica, enfermaba.
La doctora Rachel Rich, directora del curso en la Escuela de Estudios Culturales y Humanidades de la Universidad de Leeds Beckett que está digitalizando y analizando los menús de la familia real, dijo: “Este proyecto analizó cómo los británicos han construido su identidad en la mesa como una forma de entender el lugar de la familia real en el corazón de la nación. También estábamos tratando de arrojar luz histórica sobre algunas preguntas actuales sobre lo que significa ser británico y europeo en un mundo globalmente integrado. Una de las cosas sobre ese período es durante la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas, por lo que con Gran Bretaña en guerra es interesante ver cuán continua y prominente fue la influencia de la comida francesa en Gran Bretaña”.
La investigadora explica que “la mayor sorpresa del proyecto ha sido cuán ordinaria es la comida, y cuántas similitudes hay entre lo que se servía en el palacio y lo que encontramos en los libros de cocina accesibles para el público en general”. “Los mismos tipos de comidas probablemente se servían no solo en los hogares de aristocracia y nobleza, sino posiblemente incluso en una escala menos lujosa en los hogares de las clases medias”, agregó. “Tal vez eso muestre que hay una especie de relación de la familia real con las personas en términos de que vivían en una escala más lujosa pero que básicamente vivían una vida británica normal”.