El nombre de la gran duquesa aparece mencionado una docena de veces en el reporte oficial de 43 páginas.
Este viernes 31 de enero se presentó el informe sobre recursos humanos y política financiera de la Corte de luxemburgo, visión general de las principales conclusiones del relator especial del gobierno, Jeannot Waringo, cuyos alcances preocuparon al gran duque Enrique. Las primeras afirmaciones indicaban que este informe pondría en serios problemas a su esposa, la gran duquesa María Teresa, acusada de tener un gran poder dentro de las decisiones internas de la corte y en la administración de los palacios reales.
“Espero que el análisis y las propuestas contenidas en este informe puedan contribuir un poco al debate sobre la modernización y el funcionamiento de nuestra monarquía”, escribe el ex jefe de Inspección General de Finanzas en el epílogo de su análisis de 43 páginas. Waringo fue encargado de la investigación sobre recursos humanos y políticas financieras de la casa de Nassau en junio de 2019 por el primer ministro Xavier Bettel. En una breve declaración, el la Corte Gran Ducal aseguró que “contribuiría constructivamente a las mejoras propuestas en este informe”
María Teresa aparece mencionada doce veces en el informe y en una sección clave en la página 29, Jeannot Waringo se analiza directamente su papel: “Según la información constante que recibí de un gran número de empleados anteriores y actuales de la Corte durante mi investigación, las decisiones más importantes se toman en el área de gestión de personal, ya sea reclutamiento, asignación a los diversos departamentos o también con respecto al despido, asumido por SAR la Gran Duquesa”.

Waringo escribe que estaba particularmente consciente de la participación de la gran duquesa en el funcionamiento de la corte en dos casos en los que quería hacer una “contribución para encontrar una solución”. El funcionario mostró en sus comentarios que considera que la participación de María Teresa en las decisiones esenciales del personal en la corte es problemática:
“Me gustaría decir honestamente y con el riesgo de ser malentendido que en la cadena de toma de decisiones del Palacio, especialmente en el campo de la gestión del personal, el papel de la Gran Duquesa, que ejerce una función puramente representativa, no debería ser tema de discusión. Debemos reformar el funcionamiento de nuestra Monarquía en este punto esencial. En mi opinión, no hay otra solución”, escribió.
El pasado 27 de enero, el gran duque Enrique emitió una nota en la que defendió a su esposa: «¿Qué sentido tiene atacar a una mujer? ¿A una mujer que defiende a las demás mujeres? ¿A una mujer a quien ni siquiera le está permitido defenderse?» En respuesta a los rumores sobre una posible abdicación por efecto de este informe, Enrique I dijo: «Desde mi llegada al trono hemos querido contribuir juntos a la modernización de nuestra monarquía constitucional, y es nuestro deseo continuar por la misma senda».
Estos son los otros puntos más importantes en el informe:
1) “Todos son cuidadosos y sopesan sus palabras”
Según Waringo, la gran corte ducal no logró elaborar un organigrama que muestre las áreas de responsabilidad de los distintos departamentos y empleados. “Los funcionarios de la corte me han proporcionado amablemente varios borradores de organigramas que fueron creados entre 2008 y 2015 por varios gerentes a cargo de la corte. Sin embargo, ninguna versión ha sido aprobada formalmente”, indicó el investigador.
Menciona que la corte tiene un total de 110 empleados. Entre 2014 y 2019, sin embargo, hubo numerosos cambios de personal. No da detalles sobre los motivos de estas salidas, pero las conversaciones con ex empleados lo habían “afectado”. El estado de ánimo en la corte obviamente no tuvo un efecto positivo en el relator especial: “Hay signos que no son engañosos. Noté, ya sea correcta o incorrectamente, que la alegría y el humor eran raros en las discusiones y discusiones entre colegas. Todos son cuidadosos y sopesan sus palabras”.

2. “Hay piezas, pero el rompecabezas no existe”
Waringo aconseja a corte sobre una gestión moderna del personal y procedimientos de solicitud ordenados. “En este momento falta este proceso, no existe tal proceso. Ciertamente hay algunas piezas del rompecabezas, pero el rompecabezas no existe «.
Finalmente, Jeannot Waringo recomienda una mayor transparencia con respecto al uso de fondos de la casa real y concluye en su análisis que Luxemburgo debería tomar como ejemplo a Bélgica, y que todas las subvenciones del gobierno a la corte del Gran Ducado deben presentarse claramente. Waringo propone la creación de una nueva entidad legal, la «Maison du Grand-Duc» (Casa del Gran Duque): “El establecimiento de dicha entidad legal, que puede llevarse a cabo sin una reforma constitucional, podría brindar una oportunidad para una distinción clara entre las actividades bajo la responsabilidad del Gran Duque y las actividades ‘privadas’ del Gran Duque y los miembros de su familia”.