Lo confirmó el propio exmonarca para “poner fin con honor y dignidad a este doloroso procedimiento”.
El rey emérito Alberto II de Bélgica admitió este lunes que es el padre biológico de Delphine Boël, tal y como lo confirmaron las pruebas de ADN, por lo que sus abogados agregaron que finaliza de esta forma la batalla judicial que arrancó en 2013. El exjefe de Estado, quien reinó entre 1993 y 2013, aceptó en mayo someterse a las pruebas de ADN, tal y como le exigía la Justicia belga desde noviembre de 2018.
Alain Berenboom, abogado del monarca emérito, anunció que las pruebas confirman la paternidad: “Las conclusiones científicas indican que es el padre biológico de la señora Delphine Boël”, dijo en un comunicado difundido por la cadena de televisión belga RTBF. Así, sostuvo que «si bien existen argumentos y objeciones jurídicas para justificar el hecho de que una paternidad legal no es necesariamente reflejo de una paternidad biológica y que el procedimiento adoptado le parece disputable, el rey Alberto ha decidido no continuar y poner fin con honor y dignidad a este doloroso procedimiento”.
Berenboom agregó que, desde el nacimiento de Boël en 1976 (hija de la baronesa Sybile de Slys-Longchamps), Alberto II «no adoptó decisiones familiares, sociales o educativas relativas a ella y que siempre ha respetado los lazos entre la mujer y su padre legal». «Más de 40 años más tarde, la señora Delphine Boël decidió poner fin a su lazo legal y socioafectivo con su padre y cambiar la familia», agregó, antes de señalar que «ello ha sido así tras un procedimiento largo, doloroso y judicialmente contradictorio».
«Este procedimiento no ha respetado la vida privada de las partes”, aseguró el representante del padre del rey Felipe I. “Respetuoso con las instituciones judiciales, el rey Alberto II se ha abstenido por su parte de intervenir en los debates fuera de las salas de tribunal. Por ello ha decidido reaccionar y explicar su posición en este asunto», remarcó.
En noviembre de 2018, la Justicia determinó que la mujer que reclama desde hace años en los tribunales ser hija, fruto de una relación extramatrimonial, de Alberto II no es hija del que figura como su padre biológico, Jacques Boël, y dio un plazo de tres meses al padre del actual soberano belga para someterse a la prueba de ADN. En 2013, Jacques Boël ya se sometió a una prueba de paternidad con la que se concluyó que Delphine no era su descendiente, pero los tribunales le consideraron padre legal. Esta decisión fue recurrida por la afectada y es este expediente el que seguía abierto.