A lo largo de sus 68 años de reinado, la monarca británica conoció al emperador Naruhito y Akihito, quien abdicó el año pasado.
El reinado de Isabel II de Gran Bretaña, apunto de cumplir los 68 años de extensión, ha sido tan largo que le permitió a la soberana conocer a más de una docena de presidentes estadounidenses, catorce primeros ministros británicos, seis papas y este 2020 llegará el momento de conocer al tercer emperador de Japón.
El emperador Naruhito y la emperatriz Masako, quienes ascendieron al trono el 1 de mayo pasado, aceptaron una invitación de la reina para realizar una “visita de Estado” al Reino Unido en la primavera de este año. El viaje de Naruhito a Londres ocurrirá casi 20 años después de que, siendo príncipe heredero, visitara a la reina en el castillo de Windsor.
«Sus Majestades, el Emperador y la Emperatriz se hospedarán en el Castillo de Windsor», dijo el palacio de Buckingham. Siguiendo la tradición, Isabel II oficiará de anfitriona y, acompañada por buena parte de la familia imperial, ofrecerá al emperador un banquete de honor en el Salón San Jorge del Castillo de Windsor.
Isabel II llevaba veinte años de reinado cuando recibió en 1971 al emperador Hirohito -conocido póstumamente en Japón como Showa- y en 1998 recibió a su sucesor, Akihito. Durante esas visitas hubo protestas de ex prisioneros de guerra británicos que querían una disculpa completa y una mayor compensación por los crímenes militares cometidos por Japón en la Segunda Guerra Mundial.
Pese a la controversia diplomática, la relación entre la familia imperial nipona y la casa de Windsor es muy cercana. En 1963, el entonces príncipe Akihito (quien reinó entre 1989 y 2019) asistió a la ceremonia de coronación de Isabel II en la abadía de Westminster. En 2012, Isabel II y Akihito volvieron a verse en Gran Bretaña cuando el emperador viajó para felicitarla por su 60° aniversario de reinado. La reina y su esposo, el príncipe Felipe, habían realizado una visita de estado a Japón en 1975, por invitación de Showa.
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