Mientras tanto, debe continuar «compartiendo las alegrías y tristezas» de los japoneses, señaló el heredero del trono.
La Familia Imperial de Japón continuará desempeñando su papel como siempre tras el recambio generacional, dijo el príncipe heredero Akishino en una conferencia de prensa para celebrar su cumpleaños. Este sábado, 30 de noviembre, el hermano menor del emperador Naruhito cumplió 54 años y dijo que el principio básico es que la familia imperial «cumplirá sus deberes mientras comparte alegrías y penas con la gente y reza por su felicidad» como lo hizo durante el reinado del emperador Akihito, señaló el príncipe.
En la que fue su primera conferencia de prensa desde que ascendió al primer lugar en la línea del trono, Akishino dijo: «Debemos estar constantemente pensando en cómo la familia debería amoldarse a los tiempos que corren». Sobre la posibilidad de que pueda ascender al trono con una edad avanzada, dijo: «Lo que una persona puede hacer en una determinada etapa de la vida depende del individuo, por lo que la situación difiere de persona a persona». En el futuro, Akishino podría convertirse en el hombre más longevo que alcanza el trono imperial, ocupado desde el año 660 a.C. por 126 emperadores, la mayoría de los cuales ascendió al trono en la niñez y abdicó cuando aún no habían alcanzado la edad madura.
En la entrevista el príncipe Akishino además instó públicamente a su hija, la princesa Mako, a informar al público sobre el avance de sus planes matrimoniales con su novio Kei Komuro en febrero de 2020. «El próximo febrero marca dos años» desde el anuncio de aplazamiento, dijo el príncipe heredero. «Creo que hay que anunciar algo al respecto». La princesa y Komuro anunciaron su compromiso en septiembre de 2017 y dijeron que su boda se celebraría el 4 de noviembre de 2018, pero la Casa Imperial anunció en febrero de 2018 que la pareja retrasaría su matrimonio hasta 2020, luego de una serie de informes de que la madre de Komuro está involucrada en una disputa financiera, incluidos los gastos educativos de su hijo, que su antiguo prometido asumió.
La princesa Mako, de 28 años, dijo en ese momento a través de la Agencia Imperial que «reconoció la falta de tiempo para hacer los preparativos suficientes» en un momento en que la corte y el gobierno se hallaban abocados a la preparación de los rituales de la abdicación del emperador Akihito y la entronización de Naruhito. Komuro, asistente legal de un bufete de abogados de Tokio, estuvo estudiando en la facultad de Derecho de la Universidad de Fordham en Nueva York desde agosto el año pasado.
El año pasado, Akishino instó a la familia Komuro a resolver los problemas pendientes si quieren que la boda continúe, diciendo que su matrimonio debería ser algo que «muchas personas celebran». El príncipe dijo esta vez que su postura «no ha cambiado» de lo que dijo el año pasado, y agregó que no habló recientemente con la princesa Mako sobre su matrimonio ni ha contactado a la familia Komuro. De concretarse el matrimonio, Mako perderá su estatus de princesa imperial y, tras recibir una indemnización, renunciará a sus prerrogativas y compromisos oficiales para adoptar una vida en el anonimato. Esto significará la pérdida de valiosa “mano de obra” en una familia imperial que debe cumplir con muchas obligaciones públicas con cada vez menos integrantes.