Diversos expertos y conocedores del sistema constitucional explican los significados de la entronización en la única monarquía electiva del mundo.
Malasia celebrará el próximo 30 de junio la ceremonia de entronización de su nuevo rey, el sultán de Pahang, quien ascendió al trono el 31 de enero. Para celebrarlo, ese día será feriado nacional para todos los trabajadores y entidades públicas. La entronización de sultán Abdullah Ri’ayatuddin Al-Mustafa Billah Shah como el 16º Yang di-Pertuan Agong (gobernante supremo) está destinada a fortalecer el sistema de monarquía constitucional practicado por Malasia, explicó el exasesor sociocultural del gobierno Tan Sri Rais Yatim, quien explica que si bien el sistema mantiene el Agong como el vértice de la soberanía de la nación asiática, también garantiza un equilibrio en la estructura de poder.
«Nuestra monarquía constitucional de hoy no se parece en nada a cómo fue la situación durante la era anterior a la independencia, cuando los gobernantes gobernaron como les agradó», explicó el exministro al Daily Express de Malasia. «Este sistema (de gobierno) practicado por nuestro país equilibra el poder del Agong como gobernante y el de la gente, sus súbditos. El papel recíproco es vital para continuar con esta tradición», explicó. Rais reconoció que la elección del sultán Abdullah como rey estaba en línea con el voluntad de la gente, ya que quedaron impresionados con el comportamiento amistoso del monarca y su preocupación por todos los estratos de la sociedad. «Es una persona muy accesible, esperamos que pueda detectar las deficiencias en nuestra sociedad y que pueda expresar sus puntos de vista en beneficio de todos», agregó.

El profesor Mohd Mahadee Ismail, del Departamento de Nación y Estudios de Civilización de la Universidad Putra, explicó por su parte que el rey de Malasia no sólo es el jefe del Estado sino también el príncipe de todos los súbditos de fe islámica y un símbolo de la unidad de las personas de diversas etnias que viven en esta nación del sudeste asiático. «El sistema de rotación es bueno, ya que es justo y brinda a todos los gobernantes la misma oportunidad de ocupar el cargo de Yang di-Pertuan Agong», dijo, y agregó que esto era lo que hace única a la monarquía de Malasia. «Ningún otro país en este mundo practica tal sistema, que ha ayudado a nuestro país a preservar y asegurar la continuidad de nuestro sistema único de monarquía constitucional», dijo Ismail.
Según la Constitución Federal, como jefe de estado de la nación, el Yang di-Pertuan Agong desempeña un papel en los tres poderes del gobierno. El artículo 39 de la Constitución estipula que la autoridad ejecutiva de la federación se otorgará al Yang di-Pertuan Agong y será ejercida por el propio rey o el Gabinete o cualquier ministro o cualquier otra persona autorizada por el Parlamento. El sultán Abdullah ascendió al trono en enero pasado, después de la abdicación del 15° Agong, el sultán Muhammad V de Kelantan, quien dio un paso al costado en el trono nacional después de sumir al gobierno en una crisis por su matrimonio con una modelo rusa. El entonces sultán de Pahang, un anciano octogenario, se hallaba muy enfermo y abdicó al trono de su estado para permitir que su hijo, Abdullah, fuera electo rey de Malasia.
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La próxima ceremonia de coronación es un símbolo de «orgullo» para Malasia, según explicó el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Islámica Internacional, Shamrahayu Abd Aziz, quien dijo que la ceremonia, que era una forma de respeto por la institución real, también refleja las ricas costumbres, cultura e identidad de Malasia como una nación soberana. La ceremonia de instalación, que se celebra cada cinco años con los nueve sultanes que gobiernan malasia, «muestra nuestra tradición como país y cómo mantenemos la institución real cerca de nuestros corazones», explicó. «Crece el orgullo de la nación, especialmente cuando la ceremonia se lleva a cabo de manera precisa y ordenada, lo que demuestra que tenemos nuestras propias tradiciones distintivas», dijo en el canal Bernama News TV.
Según Azuan Effendy Zairakithnaini, miembro del departamento de Costumbres del palacio real, «la ceremonia es importante para fortalecer nuestra lealtad al sistema que se ha practicado durante mucho tiempo, a saber, la monarquía constitucional. Muestra cómo las personas admiran al Yang di-Pertuan Agong como jefe de estado. El Agong también debe ser visto como un líder responsable de la unidad del pueblo, responsable de la grandeza de la nación y la soberanía del estado». «La posición del Rey y la gente es como un árbol, donde el Rey es el árbol y la gente son las raíces, el árbol no podrá vivir sin las raíces y las raíces de los árboles necesitan fortalecer la posición del árbol», reflexiona el funcionario. «Así que esta es una relación simbiótica en la que el Rey necesita a la gente y la gente necesita al Rey como lugar de refugio«.