Akishino de Japón no ve mucho futuro a la boda de su hija tras el escándalo financiero del novio


En una conferencia de prensa, el hermano del emperador Naruhito también manifestó preocupación por el futuro de la dinastía imperial.

S.C.

El príncipe Akishino, heredero del trono de Japón, reconoció que no sabe si se celebrará el matrimonio entre su hija, la princesa Mako, y su prometido Kei Komuro, y que los planes aún están pendienten después de los informes de que la familia de Komuro está involucrada en una disputa financiera. «No he sabido nada de mi hija, así que no sé cómo están las cosas en esta etapa y qué piensa al respecto», dijo el príncipe, quien habló ante periodista en la Residencia Imperial Akasaka el viernes antes de un viaje a Finlandia y Polonia que realizará en compañía de su esposa, la princesa Kiko Kawashima.

La princesa Mako y Komuro, ambos de 27 años, anunciaron su compromiso en septiembre de 2017 y dijeron que su boda se celebraría en noviembre de 2018, pero la Agencia de la Casa Imperial dijo en febrero del año pasado que la pareja retrasará el evento hasta 2020. La decisión siguió a una serie de informes de que la madre de Komuro estaba involucrada en una disputa monetaria con su ex prometido, incluidos los gastos de educación para su hijo que la ex prometida asumió. Komuro dijo en enero de este que su familia cree que los problemas financieros ya se resolvieron, pero se dice que el ex prometido de su madre no estaba convencido. Actualmente, desde agosto del año pasado, Komuro se encuentra estudiando en la facultad de derecho de la Universidad de Fordham en Nueva York.

En otra parte de la entrevista, el menor del emperador japonés Naruhito reconoció que la familia imperial no puede realizar todas sus obligaciones oficiales porque cantidad de miembros está disminuyendo preocupantemente. Fumihito, más conocido como el Príncipe Akishino, ahora es el siguiente en la línea al Trono del Crisantemo, luego de que su padre, Akihito, renunció a finales de abril y su hermano Naruhito lo sucedió en mayo. Desde entonces, la familia imperial enfrenta números en declive, con Akihito y su esposa ahora retirados y sus tres nietas esperan perder su estatus real cuando se casen con plebeyos bajo la actual Ley de la Casa Imperial. «Los que están realizando tareas de buena voluntad internacional están disminuyendo, pero de alguna manera no hay nada que podamos hacer», dijo. «Podríamos participar en actividades más amplias si hubiera más personas en la próxima generación, pero si nos fijamos en la situación actual, creo que es necesario examinar qué hacer», agregó el príncipe, quien a sus 53 años tiene dos hijas y un hijo, el príncipe Hisahito, que es el único varón de la generación joven de la monarquía nipona.