Revelan que la reina holandesa Guillermina quiso intercambiar nazis por el rey de los belgas


Un diario belga descubrió el temor de la monarca por el asesinato de Leopoldo III y su familia, bajo arresto domiciliario durante la II Guerra Mundial.

La reina Guillermina de los Países Bajos contempló al final de la Segunda Guerra Mundial el intercambio de prisioneros nazis para obtener la liberación del rey de los belgas Leopoldo III y de su familia, entonces detenidos por los alemanes, informó el martes el diario Trouw. El diario holandés basa sus informaciones en una antología de diarios de guerra originales del entonces ministro de Relaciones Exteriores, Eelco Nicolaas van Kleffens, titulado «Majestad, usted no conoce la vida real» y publicado el martes.

Según la compilación, la reina pidió al exministro en marzo de 1945 que se evaluara a través del Vaticano si era posible intercambiar nazis de alto rango por el rey Leopoldo III y su familia, prisioneros de los alemanes en Austria.Guillermina, reina de los Países Bajos hasta 1948, mostró una actitud «antipapista» y «antialemana» durante los años de guerra, recuerda Trouw.Preocupada por el rey de los belgas, habría estado dispuesta a ir en contra de sus principios para ayudar a una familia real en apuros, estima el diario.

Leopoldo, cuarto Bey de los belgas, capituló ante el Ejército alemán apenas ingresó al país. A diferencia de lo que hicieron otros monarcas europeos, Leopoldo creyó que su deber quedarse en su país, entre sus soldados y su pueblo, lo que le valió ser catalogado como colaborador del nazismo. La rendición despertó un furor verdaderamente histérico entre los políticos y ciudadanos belgas. Aunque para algunos ciudadanos el rey prisionero se convirtió en el símbolo de todas sus esperanzas, muchos se dejaron llevar en su indignación hasta calificar de “Rey Felón” a Leopoldo III, afirmando que, desde el extranjero, podía ser más útil. Al contrario de Leopoldo III, el príncipe Carlos tuvo la valentía de escapar y enredarse en la resistencia belga.

Según Trouw, «el temor era que los alemanes, que estaban perdiendo la guerra, liquidasen a la familia real belga». En cambio actualmente se desconocen las respuestas a la solicitud de la reina, explica el periódico holandés. La familia real de Bélgica fue finalmente liberada por los estadounidenses en mayo de 1945. Una parte de los belgas se había opuesto al regreso del rey Leopoldo III debido a su polémica actitud durante la guerra. Tras la liberación, se instaló en Suiza con su familia antes de abdicar en su hijo Balduino en 1951.


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