Los restos del infante Jaime de España serán trasladados del «Pudridero» al Panteón real


Siguiendo la costumbre, serán reducidos para ser colocados en el mausoleo de los infantes españoles de El Escorial. Fue el segundo hijo del rey Alfonso XIII.

Los restos del infante español don Jaime de Borbón y Battemberg, tío del rey Juan Carlos I, serán pronto trasladados al Panteón de Infates, ubicado en el Monasterio de El Escorial, desde el denominado “Pudridero”, ubicado en el mismo sitio. El infante, hijo del rey don Alfonso XIII, murió en Suiza el 20 de marzo de 1975 y, según las afirmaciones de su primera esposa, fue asesinado por la segunda esposa, la alemana Carlota Tiedemann, quien había llevado a don Jaime a la ruina financiera.

El anuncio de Patrimonio Nacional sugiere que los restos serán trasladados en los próximos meses. Al igual que el traslado de los reyes del pudridero al panteón, el de los infantes se realiza en la intimidad y bajo un protocolo muy estricto. Asisten un miembro de la comunidad agustiniana, otro de Patrimonio Nacional, un arquitecto –que se encarga de dirigir el desmontaje del murete del Panteón Real–, dos operarios y un médico, que se limita a testimoniar que el proceso de descomposición ya finalizó.

Don Jaime fue el segundo hijo del rey Alfonso XIII.

En 1985, el rey don Juan Carlos I ordenó el traslado de los restos de don Jaime al Monasterio de El Escorial. En esa ocasión, también fueron llevados a España los restos de su madre, la reina Victoria Eugenia, y sus hermanos Alfonso (ex príncipe de Asturias) y Gonzalo. Desde entonces, el cadáver permaneció en el Pudridero real, ubicado en el subsuelo de la basílica de San Lorenzo y a pocos metros del lugar de los sepulcros reales. «Allí permanecen los cadáveres 30 o 40 o más años hasta que consumida la humedad y cuando ya no despiden mal olor son trasladados al respectivo panteón«, relató fray José de Quevedo, bibliotecario del monasterio, en el libro Historia del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial.

Los monjes agustinos se encargan de custodiar las tres pequeñas salas oscuras del pudridero real, cuyo acceso está limitado solamente a ellos. Allí es donde los cuerpos de los muertos reales se descomponen. Si bien no existe un tiempo estipulado para que culmine el proceso biológico de reducción natural del cuerpo, se calcula que son necesarios entre 25 y 40 años para que sea eliminada la humedad y el mal olor del cuerpo. La función final del pudridero es reducir el tamaño de los cuerpos para que se adapten a los minúsculos cofres de plomo que, en el caso de los reyes, ocupan apenas un metro de largo y 40 centímetros de ancho.

El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial es el mausoleo de los reyes de España desde el siglo XVI.

En la actualidad, el Pudridero de los Infantes guarda también los cuerpos del infante don Luis Alfonso de Baviera y Borbón (nieto de Alfonso XII) y la infanta Isabel Alfonsa de Borbón-Dos Sicilias (también nieta de Alfonso XII). Los cuerpos de los infantes don Alfonso y don Gonzálo (hermanos de don Jaime) ya fueron enviados a su tumba permanente entre los mármoles blancos del Panteón de los Infantes, el lugar destinado a Príncipes, Infantes y Reinas que no fueron madres de Reyes. Allí todavía quedan 24 tumbas vacías.

Don Jaime nació en 1908 siendo el segundo hijo de Alfonso XIII y su esposa británica, Victoria Eugenia. Sordo a la edad de cuatro años después de una operación, renunció a sus derechos al trono español para él y sus descendientes cuando la familia real ya estaba en el exilio. Después de la muerte de su padre, los legitimistas franceses nombraron a don Jaime heredero de la dinastía Capeto y pretendiente al trono de Francia, tomando el título de Duque de Anjou.

El infante don Jaime (segundo de derecha a izquierda) junto a su madre y sus hermanos.

El 6 de diciembre de 1949, Jaime dio marcha atrás en su renuncia al trono español y adoptó el título de Duque de Madrid, autoproclamándose heredero de la corona española. Fue reconocido como el rey Jaime IV de España por los carlistas, pero volvió a renunciar a su derecho en 1969 en favor de su sobrino, el futuro rey Juan Carlos. Se había casado en 1935 con Emanuela de Dampierre, con quien tuvo dos hijos, Alfonso y Gonzalo, ambos fallecidos de forma trágica.

En el momento del fallecimiento se encontraban junto a don Jaime sus hijos, su nuera Carmen Martínez-Bordiú, y su hermana la infanta María Cristina. El cadáver de don Jaime fue trasladado al hospital cantonal de Lausana para ser embalsamado el 21 de marzo y el hotel Royal de Lausana recibió a la familia real española hasta el momento del entierro, celebrado el 24 en el pequeño cementerio del bosque de Vaud. Los funerales se celebraron en la iglesia del Sagrado Corazón de Ouchy.

El Panteón de Infantes, destino final de los restos de don Jaime, fallecido en Suiza en 1975.

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