Todos conocemos a Catalina II («la Grande»), pero poco sabemos de la primera Catalina. Martha Skavronska era una popular prostituta apodada «la cantimplora sexual», porque pasó por los brazos de medio ejército ruso. Una vez casada con Pedro el Grande, no abandonó su agitada vida, tomando como amante a Wilhelm Mons, el esposo de la amante de Pedro. Cuando enviudó, fue coronada zarina y gastó gran parte del tesoro real en caprichos personales y regalos para sus amantes. Su salud se estropeó en gran parte por su adicción al vodka y murió en 1725.